Con la popularidad de las urban jungles, muchas personas se entusiasmaron con la idea de llenar su casa de plantas, pero no siempre resulta fácil: falta de tiempo, poco espacio o simplemente la dificultad para mantenerlas pueden jugar en contra. Como respuesta, los terrarios se convirtieron en una opción práctica, estética y de bajo mantenimiento para incorporar naturaleza en cualquier ambiente.
“Armar un terrario en casa es un proyecto simple pero que aporta mucha vida a los ambientes y que se torna mucho más fácil cuando se cuenta con las herramientas adecuadas. Con los elementos básicos, como piedritas, tierra y un recipiente de vidrio, cualquiera puede crear un mini jardín que requiera poco mantenimiento y aporte un toque natural al hogar”, indicaron desde Tramontina.
Paso a paso simple y relajante para armar uno en casa:
- Elegir el recipiente: puedes usar un acuario pequeño, un florero, una maceta de vidrio o cualquier contenedor transparente que permita ver las capas del terrario. Cuanto más amplio sea, más plantas vas a poder incluir.
- Preparar la base: coloca una capa de piedritas tipo granito, que ayudará al drenaje. Luego, generá pequeños huecos donde irán las plantas. Las suculentas son la mejor opción para principiantes: requieren poca agua y se adaptan bien a espacios reducidos.
- Plantar y fijar: ubica cada suculenta con un poco de tierra abonada. Con una palita, agrega más granito alrededor para sostenerlas y que queden bien firmes. La cantidad de plantas dependerá del tamaño del recipiente.
- Decorar a tu gusto: termina el terrario con piedras de río, dolomitas, astillas de roca, cáscaras de pino u otros elementos naturales. Este detalle no solo suma estética, sino que ayuda a mantener la estructura del mini jardín.
En la firma Tramontina indicaron que los elementos imprescindibles para poder armar un terrario en casa son: una pala chica, piedritas, tierra, guantes de jardinería y un pulverizador.
Cómo cuidarlo
- Regar con pulverizador una o dos veces por semana.
- Limpiar el interior del vidrio con un paño seco o papel absorbente.
- Ubicar cerca de una ventana para que reciba luz y calor, evitando el sol directo intenso.